Llega la primavera y se acerca el verano, y con ellos una mayor probabilidad de tener que conducir con el sol de frente y un mayor riesgo de quedar deslumbrados. Unas buenas gafas de sol y un puñado de buenos consejos te bastarán para conducir con total seguridad.
Los deslumbramientos, un problema serio para la seguridad vial
Si en invierno nos encontramos con el problema de tener que conducir frecuentemente de noche por las menos horas de luz a lo largo del día, con la llegada de la primavera y también motivado por el cambio de hora nos encontramos con un problema bien distinto. Debido al aumento progresivo de las horas de luz, y también al cambio de hora del pasado 26 de marzo, es probable que nos encontremos con el sol de frente, bien por la mañana temprano o al atardecer.
Conducir con el sol de frente no solo implica grandes peligros por el riesgo de deslumbramiento, sino también por la fatiga visual que produce el exceso de luminosidad mientras conducimos. Por eso debemos extremar las precauciones en las horas crepusculares, no en vano, en España el 5% de los siniestros con víctimas se producen a la salida o puesta del sol.
De ellos, el 20% se produce por colisiones frontales con otros vehículos, en carreteras de doble sentido, y a alcances por detrás, en autovías, debido a que el resto de vehículos no llegan a percibirse con claridad. También es importante el número de siniestros por salidas de la calzada, un 16%, debido a la desorientación que producen los deslumbramientos. En ciudad, es importante también el peligro de atropello de peatones (un 2% del total de siniestros) al no poder percibir su presencia. Por eso es importante que también los peatones extremen la precaución, incluso al cruzar por los pasos de cebra.
Consejos obvios pero que no siempre se cumplen
MAPFRE ya en su web nos ofrece en su web algunos puntos clave para cuando nos encontramos en la situación de tener que conducir con el sol de frente. Por nuestra parte, nosotros vamos a repasar igualmente algunos consejos para evitar los deslumbramientos y la fatiga y que, aunque de sentido común, a veces tendemos a obviarlos.
- Limpia las lunas del coche: Recomendación obligatoria en cualquier circunstancia, pero que es esencial cuando se corre el riesgo de llevar el sol de cara. Las manchas o incluso el polvo más suave produce un efecto difusor que puede multiplicar el efecto del deslumbramiento.
- Sé moderado en la velocidad: Es de vital importancia que, en caso de deslumbramiento, podamos reaccionar con seguridad y evitar brusquedades como frenazos o volantazos. No tengas reparo en disminuir la marcha para poder mantener la trayectoria adecuadamente, activando las luces intermitentes de emergencia en caso necesario.
- Ten precaución a la salida de los túneles: La velocidad en los túneles suele estar limitada no sólo por la menor visibilidad que hay dentro de ellos, sino por los problemas de visión a la salida de los mismos. Incluso si no te encuentras el sol de cara, puedes verte deslumbrado con el cambio de luminosidad entre el interior y el exterior del túnel. Procura mantener la velocidad limitada hasta que tus ojos se adapten a las nuevas condiciones de luz.
- Coloca bien la visera o parasol del coche: Ya todos los modelos cuentan con visera abatible horizontal y verticalmente para que puedas colocarlo convenientemente y evitar así deslumbramientos. Pero no te acostumbres a él y recógelo lo antes posibles, pues resta una parte importante del campo de visión y su uso debe estar limitado sólo a los momentos más críticos de deslumbramiento.
- Realiza paradas de seguridad: No tengas problema en realizar una parada si el sol te deslumbra y no te permite ver con claridad la carretera. Es preferible parar unos minutos y esperar a que el sol se eleve o baje lo justo para que puedas seguir conduciendo. Hazlo también para descansar, si llevas mucho tiempo conduciendo y sientes la vista fatigada por la luminosidad.
- Precaución también con el sol de espaldas: Aunque no lo creas, en este caso también podemos sufrir deslumbramientos, a través de los espejos retrovisores que nos reflejan directamente a la cara la luz que nos llega por detrás. Además, también llevando el sol de espaldas es recomendable llevar las luces cortas de tu vehículo para que los conductores que sí tiene el sol de frente puedan ubicarte mejor.
Las gafas de sol, aliado fundamental del conductor
Además, de todos estos consejos, lo mejor que puedes hacer si estás seguro que te vas a encontrar el sol de cara, es usar unas gafas de sol para evitar deslumbramientos. Todos nosotros las usamos de manera habitual cuando no vamos conduciendo, pero muchos no saben que también es recomendable usarlas al volante. Concretamente, el 20% de los conductores reconoce no usar nunca gafas de sol al conducir.
En la web de Fundación MAPFRE ya hablan largo y tendido sobre este tema, pero en líneas generales podemos decir que debes usar siempre gafas convenientemente certificadas por la Unión Europea, polarizadas y a ser posible de cristal color gris, azulado o marrón, para desvirtuar lo menos posible los colores de señales de tráfico, semáforos, etc.
Resoecto a las categorías por filtro solar, están recomendadas para la conducción las de categoría 2 y 3 (dependiendo de si estamos en verano o invierno) y sobre todo, están terminantemente prohibidas las de categoría 4, aptas sólo para condiciones extremas de luminosidad.
Por último, sólo decir que no te olvides de quitártelas cuando haya atardecido y el sol se haya puesto. Una advertencia que puede parecer tonta, pero es una situación que pasa más a menudo de lo que nos pensamos.
Fuente: Circula Seguro
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