jueves, 12 de diciembre de 2013

Farolas desencajables para reducir los daños en las colisiones



Es bien sabido que los elementos y mobiliario de una vía también afectan a la seguridad de la misma, y sobre todo a las consecuencias que se producen en caso de accidente. No es lo mismo despeñarse por un terraplén que ser retenido por un guardarraíl, ni chocarse contra una bifurcación rígida que contra una deformable. Las salidas de la vía vienen a suponer en España algo más del 19% del total de accidentes de tráfico.

Aunque pueda parecer extraño, un accidente bastante común es chocarse contra una farola, sobre todo en vías interurbanas en mega-núcleos con mucha población, o en vías urbanas. El choque contra un poste, farola o árbol es sobre todo más habitual en conductores jóvenes, en verano y de noche.




Las consecuencias de colisionar contra un elemento vertical y rígido son bastante severas, sufriendo el frontal del automóvil una deformación y daño considerables, debido a lapenetración violenta del elemento “tipo poste”. En España, en un año se pueden llegar a producir hasta 11.000 accidentes contra mobiliario urbano, de diferente tipo, y de diferente gravedad.

Uno de esos accidentes es chocarse contra una farola, o mejor dicho contra el báculo de la luminaria urbana, si queremos ser más técnicos. Una farola está anclada al suelo mediante una placa de anclaje y al menos cuatro pernos, que la sujetan a un pequeño elemento de cimentación, normalmente una pequeña zapata de hormigón oculta bajo el pavimento.

La unión es rígida y cuando un automóvil impacta contra una farola lo normal es que esta permanezca en su lugar, y como mucho, según la velocidad con la que se choque, el báculo se deforma o incluso llega a doblarse y vencerse, pero permanece en su sitio.

Anclaje de báculo desencajable

Algunas personas han estado dándole vueltas a cómo se podría reducir la violencia con la que un coche impacta contra una farola, y reducir con ello los daños que se producen en el mismo. En Sistemas Palazón, una empresa española, han patentado una nueva forma de anclaje de báculos.

Este anclaje no es realmente fijo, sino que si se aplica cierta fuerza horizontal se desencaja la farola. Sobre la cimentación de hormigón se coloca un fusible tipo cajón que en verdad son dos mitades, una encima de la otra, y unidas mediante dos carriles.

La parte inferior del cajón estará sujeta a la cimentación, y la parte superior del cajón estará sujeta al báculo. Lo que pasa es que la parte superior puede deslizarse sobre la inferior en una dirección. En condiciones normales no se desliza, y con viento o con un choque a baja velocidad, por debajo de 20 km/h, tampoco se desliza ni desencaja.


En cambio si el choque es más fuerte, a mayor velocidad, sí se desliza y se desencaja. Funciona eso sí solo en una dirección, la misma dirección que la de circulación de la vía (longitudinal) y hasta 45º de ángulo. Si se choca contra la farola en sentido transversal, no se desliza.

De modo que cuando un automóvil choca contra una farola con este tipo de anclaje esta se desencaja y el vehículo “se la lleva por delante”. En ese momento además se corta automáticamente el suministro eléctrico a la luminaria. Las pruebas que se han realizado muestran que los daños que sufre el frontal del coche son menores.

El sistema puede ser interesante, y sería oportuno que los ingenieros de tráfico y movilidad estudiaran su utilidad real en diferentes circunstancias y vehículos.

Yo le veo tal vez un inconveniente que habría que estudiar, la farola se desencaja, y se mueve del sitio, y eso hay que tenerlo en cuenta, pues se va a desplazar y acabará en otro lugar, y puede golpear en el movimiento y caída a otros objetos, vehículos e incluso peatones. En principio por la propia inercia del choque, se desplaza con él en su misma dirección.

Imagen | Motorpasión
Vídeo | Sistemas Palazón – YouTube
Mas info en Circula Seguro

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