A la hora de elegir tu primera moto debes evitar cualquier elemento pasional que suponga poner como prioridad otra característica que no sea la seguridad. En este excitante mundo de la motocicleta, son muchos los principiantes que toman decisiones más con el corazón que con la cabeza, lo que puede suponer un riesgo a largo plazo, como una mala experiencia que te haga perder la pasión por las dos ruedas.
Es por ello que si es la primera vez que te decides por este vehículo, tengas mil y una dudas que te ronden la cabeza, ya que decantarse por una no es una tarea nada fácil. ¡Toma nota y ten en cuenta estos puntos para comenzar la aventura con seguridad y entusiasmo!
Tamaño, peso y estatura adecuados
Al hablar de un conductor novato, deberíamos puntualizar qué tipo de novato es, pues es muy diferente alguien que ya ha tanteado el terreno de los ciclomotores y que quiere pasarse a las motos grandes, que alguien que se quiere iniciar en las de mayor potencia sin experiencia previa.
Lo ideal para que la iniciación sea de manera gradual es comenzar con una de 250 bicilíndrica de 60 o 70 cv de potencia, que suelen ser más dóciles, sencillas y manejables, pero a su vez con una potencia suficiente para hacerte disfrutar de la carretera. Pero sobre todo habrá que fijarse en la ligereza que te pueda ofrecer, practicando en lugares apartados para probar maniobras de giro, aceleramientos y frenadas, moviéndola de lado a lado y conociendo sus tiempos de reacción. Siéntete a gusto sobre ella y dale importancia a llegar bien con los dos pies al suelo, si no estarías escogiendo mal.
Por lo general la tipología naked podrían encajar perfectamente con esta descripción, por la amplitud de su potencia (a partir de 125 cc) y la comodidad que permite su ausencia de carenado, con el motor al descubierto, que las hacen menos deportivas y llamativas, pero más manejables y ‘aparcables’ en los circuitos urbanos.
Si la postura es cómoda y flexible, es tu moto
Por supuesto, es imprescindible que notes la seguridad de controlar tú a la moto y que no sea ella la que te lleve a ti, por lo que una postura cómoda sobre una moto con geometría conservadora y un diseño estándar te permitirá llevar tu montura de manera más predecible y por tanto, segura. Adecua la altura del asiento al tu propia estatura según el peso de la moto, para obtener un equilibrio cómodo y establecer tus propias limitaciones. Recomendamos también aquellas donde predomine la ligereza y la accesibilidad, con motos con el centro de gravedad más bajo y que sean más compactas, como las tipo naked o de carretera, pues ya habrá tiempo de subir las prestaciones más adelante.
Según el uso y capacidad que busques
En la actualidad no hay malas motos, si no malas elecciones. Es por ello que hay que pensar con detenimiento el uso que le vas a dar, por ejemplo valorando si será tan sólo tu medio de transporte diario, como divertimento los fines de semana o para largos viajes con o sin acompañante. Y más tarde escoger la que más te guste. La capacidad de carga es otro elemento a tener en cuenta si tienes pensado guardar habitualmente tu casco, ordenador, cartera o ropa, o si tienes previsto pilotar acompañado.
En las zonas urbanas, para trayectos de casa al trabajo y viceversa, una moto de 125 de tipo Maxiscooter ofrece una mejor cilindrada que los ciclomotores automáticos y se mueve perfectamente. Además posee un baúl de carga perfecto para cargar con bolsas de viaje o para ir al trabajo. Seguramente sea más que suficiente ya que una de mayor cilindrada puede ser hasta peligrosa dentro de la ciudad, por su menor capacidad de reacción ante imprevistos. Aunque no descartamos empezar con una scooter de práctica, pues para el transporte es un medio limpio, económico y con buena capacidad.
Por el contrario, en zonas de carretera, autopistas y durante el viaje, lo mínimo para poder pilotar a gusto sería una de 300 o de cilindrada media-alta con mayores prestaciones de tipo Gran Turismo. Estas son perfectas para recorrer kilómetros en compañía por la comodidad y amplitud de sus asientos, pero pueden resultar caras y ostentosas para alguien que está comenzando a pilotar. Aunque bien es verdad, que en el caso de un novato alguna moto de tipo mixto como las 200cc vitaminadas, consideramos que sería lo ideal.
Para actividades lúdicas puedes plantearte una más grande y potente o una de enduro o trial, que da grandes satisfacciones y permite embarrarte, aunque si estás comenzando puede suponer un escalón demasiado atrevido. Con el permiso de conducir A aspiras a la mayoría de tipologías sin restricciones respecto a cilindrada o potencia por lo que podrías ponerte a prueba con modelos Trail o Quads, más todo terreno pero también útiles en viajes largos por su amplia capacidad de carga.
¿Con o sin marchas?
Es la pregunta del millón y el pánico de los que se suben por primera vez. Hacerse a las marchas de la moto es como cambiar a un coche automático, tiene su dificultad pero inicial, pero si estás convencido merecerá la pena. Una moto te durará muchos años así que te acabarás acostumbrando a las marchas más rápido de lo que piensas y una moto con pocas marchas terminará limitando el disfrute de tu vehículo. En cualquier caso y como ya hemos visto, todo es en función del uso que le demos. Una scooter de bajo precio y con la marcha automática para moverse por ciudad es más que suficiente
En función de tu presupuesto
Hay que caer en la cuenta de que una moto de potencia media-baja tiene un precio de 2 o 3 veces un sueldo promedio, por ello tenemos que entrar a valorar cuánto está dispuesto a gastar un principiante en su primera moto, partiendo de que la usará como aprendizaje y prueba. Una moto barata y de calidad que puede servir como herramienta de transporte sin llegar a cantidades superiores a los 2.000 euros podría ser la KYMCO Agility City 125, una referente dentro de las Urbanas, con rueda alta y una gran capacidad que resulta ilusionante para empezar.
Si te atreves con otros modelos más polivalentes, de bajo consumo y de mayor calidad podrías decantarte por una Honda CB500F, una moto de turismo y deportiva, que ofrece un mundo nuevo de posibilidades, pero a un precio bastante mayor (5.049 euros). Como ya hemos comentado antes, las de tipo mixto resultarían una excelente elección, con marcas de renombre como KTM, Kawasaki, Yamaha o BMW.
Potencia y sistemas de seguridad
En este sentido recomendamos que adquieras una primera moto de potencia limitada para evitar emociones descontroladas de tu puño derecho, para que desde ahí puedas ir subiendo poco a poco de cilindrada. El aprendizaje debe ser gradual para que la conducción sea del todo segura y las motos más grandes son más complicadas de manejar, pesan más y pueden ser más agresivas, por lo que escoger una moto con un reparto de potencia más equilibrado y regulado en su distribución sería una buena línea de pensamiento.
La conducción tiene sus riesgos que tanto la moto como tú podéis solventar, por ejemplo con una conducción en modo defensivo, anticipando las reacciones de otros usuarios, sin fiarse de ningún movimiento en falso y mirando dos veces a tu alrededor. Es importante volver a recordar la necesidad de ir siempre bien equipado, independientemente de la época del año en la que vayas a salir a pilotar. No escatimes en calidad y confort cuando tu seguridad está en juego. El casco, la chaqueta, las botas, los guantes y las protecciones de espalda y hombros son esenciales en caso de caída.
No temas el peligro de una frenada con el freno delantero, más que nada porque hoy en día todos los vehículos de dos ruedas cuentan con sistemas de ayuda a la frenada como el ABS o sistemas de frenada combinada que reparte mejor la potencia en ambas ruedas, desde la implantación de la normativa Euro 4. Así tendrás un plus de seguridad y confianza que te permitirá ganar destreza y habilidad para decidirte más adelante por motos más grandes y potentes.