jueves, 25 de septiembre de 2014

Si conduces, usa las luces para ver y ser visto, es más seguro..

Mantener las luces de tu vehículo a punto es muy sencillo. Debemos mantener adecuadamente las luces traseras y delanteraspara que nos vean, y para ser vistos. Si conectamos la luz de cruce de día, aumentamos notablemente la visibilidad en carretera y con ello la seguridad de todos... La nuestra, la del coche me precede, el que viene de frente, el ciclista y los peatones.

Desde febrero de 2012, todos los coches que se comercialicen en la Unión Europea deberán estar equipados con luces diurnas (DRL/LCD, Luz Conducción Diurna), que se conectan de forma automática al tiempo que el motor. El objetivo es mejorar "significativamente" la visibilidad del vehículo frente a otros usuarios de la carretera.

Si es obligatorio y bueno en los coches nuevos, también lo es para el resto. Los coches tiene colores muy atractivos, pero generalmente poco visibles en el asfalto. 
Según las condiciones lumínicas y de la calzada, durante el día:

a) Un coche oscuro sin luces que circula de frente lo visualizamos a menos de 40 m.

b) Ese mismo coche con luz de cruce o con DRL/LCD, los visualizamos a más de 240 m.

c) Ventaja 200 m y eso multiplica por 4 la capacidad de reacción la nuestra y la del otro conductor.

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jueves, 18 de septiembre de 2014

¿Por qué no funciona la prohibición del uso del móvil en el coche?..


La pregunta del titular se puede escribir de muchas formas, y una de ellas es, ¿por qué hay gente que sigue utilizando el móvil al volante, a pesar de estar prohibido? Y para ir más allá, ¿por qué, aparentemente, la prohibición del uso del móvil en el coche no es significativa a la hora de reducir las muertes por distracción? Reconozco que cuando leí por primera vez esta pregunta, me quedé un poco pensativo.

En temas de seguridad vial, las prohibiciones nunca funcionan como se espera. Si prohibimos girar en un sitio en donde “no parece tener demasiado sentido”, la gente terminará haciéndolo; si prohibimos circular a más de 120 km/h, la gente terminará haciéndolo cuando consideren que es posible hacerlo; si prohibimos hablar, leer y escribir mensajes en el smartphone, la gente lo hará cuando considere que es seguro. El problema es que las prohibiciones son contraproducentes.



Los protagonistas de la historia son dos estudios. Uno se realizó en 1997, el otro en 2012, y los dos para California con el motivo de la entrada en vigor de la prohibición. El primero decía que “el riesgo de sufrir una colisión al utilizar el móvil (mientras se conduce) es cuatro veces superior al riesgo que existe cuando no se usa el móvil”. Literalmente. El “nuevo” estudio, de 2012, afirmaba que las muertes por distracción habían bajado “de forma consistente” tras la prohibición del uso del móvil en el coche (hablamos de California, recuerdo).

¿Y si quien usa el móvil en el coche, suele tomar más riesgos?

La cuestión es que existe un tercer estudio, más actual, que dice que si filtramos un poco más los datos y tenemos en cuenta otros factores de riesgo, como tormentas, periodos vacacionales y otros, no hay apenas diferencia entre las muertes por distracción a raíz del uso del móvil de hoy con respecto a las de antes de 2008. Es decir, que según este nuevo estudio, la prohibición no sirvió para nada.

Aquí viene el meollo de la cuestión. Ante los datos que encontraron los autores de este último estudio, se plantearon lo siguiente: “es posible que la gente que continuó usando su móvil, fuese gente más propensa a tener accidentes, de cualquier forma“. Traducido a palabras más sencillas, es posible que la gente que usa el móvil al volante toma más riesgos de forma habitual que aquéllos que lo tienen a buen recaudo. ¿Es verdad, es falso? ¿Es unaverdad incómoda que nadie admitiría?

Creo que es una suposición (que no conclusión, ojo) arriesgada, pero también creo que tiene sentido. Lo generalizaría todavía más a que quien pasa de cualquier prohibición, está tomando riesgos conscientemente. Si vamos a 150 km/h en la autovía aunque no haya peligro aparente, estamos tomando algún riesgo extra: que nos pillen, que nos topemos con un animal cruzando o que calculemos mal la distancia de frenado.
Una prohibición puede tener razones que nosotros no conocemos

Si cambiamos de sentido sobre esa doble continua, estamos asumiendo riesgos porqueestamos quitando validez a una prohibición que, posiblemente, no alcanzamos a comprender. Quiero decir, no sabemos exactamente por qué se prohibió (pensaremos que es por tocar las narices), pero valoramos que podemos saltárnosla. Si asumimos esos riesgos sin tener toda la información a mano (y suele ser así), entonces sí que me creo que quien no hace caso a las prohibiciones de forma sistemática es, en realidad, un conductor que toma más riesgos.

Por terminar con una conclusión, no creo que el uso del móvil al volante sea el único factor de riesgo. Los razonamientos que conté sobre los diferentes estudios me hacen pensar que prohibir el uso del móvil solo va a funcionar si la gente lo cumple, pero a la vez, ver que la mayoría de prohibiciones se ignoran (hablando de la población de conductores en general) hace que esté convencido de que el problema no es el móvil, el alcohol,… Es hacer lo que a uno le viene en gana, sin tener en cuenta que si se prohibió, puede ser por algomás que por tocar las narices.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Tres tipos de alerta en la conducción..


La capacidad de observación que tiene todo conductor durante la conducción dependerá, entre otros factores, del buen uso y manejo de los mandos de su vehículo y de la concentración durante la distancia que le queda por recorrer. La planificación del viaje implica o lleva consigo saber el tiempo que se tarda de ‘A’ a ‘B’ pero no siempre se podrá cumplir debido a imperativos del tráfico rodado y al estado de la vía con sus condiciones medio ambientales.

Pues bien, durante todo ese tiempo el nivel de alerta o atención mientras conducimos debe permanecer para llegar con seguridad a nuestro destino. Cualquier contratiempo que sume tiempo a nuestro desplazamiento debemos compensarlo con un buen descanso y no al revés. Veamos por qué.


Capacidad perceptiva y atencional

Se trata de situaciones que no tienen por qué producirse pero que se producen por la sencilla razón de que no hay una ciencia exacta sobre cómo y cuándo se va a producir un hecho fortuito o imprevisto, salvo que sea previsible, y porque no estamos programados para conducir. Una cosa es que nos enseñen a circular como si fuésemos un robot al cumplir las órdenes del profesor de autoescuela y otra cosa es la falta de confianza en sí mismo tras un periodo largo de aprendizaje en la conducción.

Por otro lado, también, nos pasa en nuestra vida diaria. Nos levantamos con sueño y mientras escuchamos o vemos las primeras noticias preparamos el desayuno: colocamos el pan en la tostadora, calentamos el café y cuando abrimos el frigorífico para coger la mantequilla, el pan se nos quema o la leche sale hirviendo. Bueno, afortunadamente, no siempre ocurre pero a veces sí y eso pasa por el nivel de alerta en un momento dado, es decir, de nuestra capacidad atencional del momento.

Los tres tipos de alerta para una conducción segura


Alerta dividida, capacidad atencional que permite al conductor atender a más de un estímulo similar al mismo tiempo como, por ejemplo, observar el carril disponible para incorporarnos a la vía principal teniendo en cuenta a los vehículos que circulan por ella y a los vehículos que nos siguen. Es decir, atender a varias cosas a la vez como nos ocurre cuando preparamos el desayuno. Una alerta, por tanto, que dependerá de nuestra capacidad y concentración.

Sabemos de sobra que es muy difícil atender dos fuentes de información a la vez, especialmente cuando ambas se producen en la misma modalidad perceptiva como es el caso de la visión. Por otro lado, cualquier automatismo o exceso de confianza suele fallar si no estamos a la altura de las circunstancias. Por ejemplo, siguiendo con el ejemplo anterior, puede que nos facilite un vehículo pesado la incorporación pero debemos estar atentos por si le sigue algún otro vehículo y está dispuesto a facilitarnos también la entrada.

Alerta selectiva, capacidad atencional que permite al conductor seleccionar la información relevante significativa de entre todas las existentes en el entorno. De este modo, se desatienden los estímulos irrelevantes de la tarea que estamos realizando. Por ejemplo, un vehículo que vemos que está parado en el arcén pero debidamente señalizado con su triángulo de preseñalización de peligro. Pues bien, en ese caso, podemos descartar que se incorpore al llegar a su altura pero tenemos que prever que su conductor puede abrir la puerta.

En consecuencia, siempre será aconsejable guardar una distancia prudencial, en este caso, lateral de seguridad. Una técnica que se consigue no con la percepción del riesgo en sí, sino con la vivencia de riesgos y, por tanto, conocidos durante los inicios como conductor. Todo esto nos dice que tenemos que seleccionar y al mismo tiempo descartar posibles acciones para ahorrar esos milisegundos que nos puedan hacer falta para responder ante una situación de riesgo.

Alerta sostenida, capacidad atencional que permite mantener un nivel de alerta de forma prolongado en el tiempo, de manera que nos sea posible responder de forma rápida ante cualquier imprevisto en la conducción. Se relaciona con el nivel de activación del conductor, de modo que niveles bajos de activación son insuficientes para mantener un nivel de alerta adecuado.

Por tanto, el conductor pro-activo, es decir, el que aplica una conducción eficiente o preventiva basada en la anticipación estará predispuesto a resolver con éxito situaciones donde se requiere una rápida respuesta. De ahí el famoso cuadro de la fase de respuesta mediante el proceso de información: evaluar la información recibida, tomar decisiones, ejecutar las decisiones adoptadas y controlar los resultados de las decisiones.
Puede que sea imprevisible pero no evitable

Pues bien, ahora que conocemos los tres tipos de alerta en la conducción que pueden utilizarse al mismo tiempo o por separado tenemos que tener claro que para evitar cualquier siniestro durante nuestro desplazamiento hay que descartar primero el incidente o el accidente en blanco, es decir, toda situación conflictiva con ocasión del tráfico que no acaba en siniestro pero que fácilmente puede desencadenar alguno. Por ejemplo, un volantazopara evitar una colisión lateral contra otro vehículo al cambiar de carril o un frenazo para evitar alcanzar al vehículo de delante que frena de repente.

Se trata, por tanto, de incidentes que si no sabemos superar o prever por falta de anticipación en la maniobra nos pueden costar un disgusto.

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jueves, 4 de septiembre de 2014

DrinkMate, el alcoholímetro portátil para Android ya es una realidad.




Kickstarter se ha convertido en una plataforma excelente para dar rienda suelta a los proyectos más extravagantes. De entre todos ellos, muchos fracasan. Pero también hay sitio para aquellos que son una idea tan genial como simple.

El éxito de cada proyecto depende de decenas de factores, pero sin duda apostar por Android antes que por iOS es uno de ellos. Bien hecho. Hablamos de DrinkMate, el alcoholímetro más pequeño del mundo y con el que podremos conectándolo mediante microUSB a nuestro Android, comprobar la tasa de alcohol en sangre instantáneamente.

El proyecto ya ha sobrepasado los 40.000 dólares que necesitaban y eso que todavía faltan 23 días. Por un precio de 25$ tendrás una unidad asegurada. Para aquellos fuera de EEUU se va hasta los 33 dólares (unos 25 euros).

Por el momento está limitado a algunos dispositivos como la mayoría de Samsung, el HTC One, Moto X o Asus Transformer Prime. Aunque ya se está probando en los Nexus y Xperia. No debería pasar mucho tiempo hasta conseguir funcionar perfectamente en cualquier Android 3.1 o superior.



Otra de las ventajas aparte de su tamaño es que funciona sin batería, ya que se alimenta gracias al smartphone al que va conectado. Este detalle puede parecer nimio, pero es que el DrinkMate pesa tan solo 6 gramos.

Con el presupuesto actual la versión para Android ya está asegurada. La de iOS tendrá que esperar, aunque todo indica que llegará tarde o temprano. No pensábamos que un alcoholímetro podría tener un diseño y construcción tan logrado. Os dejamos con el vídeo del proyecto que nos ha convencido.





Más información Kickstarter